UNA ROSA ESPECIAL

Yo quiero regalarte esta rosa salvaje, dibujada por el aliento del deseo, para que se apodere de tu cuerpo en esas noches de soledad donde caminamos uno al lado del otro tomados por ese beso con sabor a remordimiento. No quiero que estés lejos de mi deseo, lejos de esa sensación donde la ciudad se estremece, donde aparece tu nombre tatuado en las paredes que nos convidan con su majestuosa presencia.

Yo quiero dibujar esta rosa en tus labios, sentarme en la esquina de la tarde y conversar desde un poema bendito con tu sombra, con esa aparición que siempre se apodera de mi cuerpo en la hora donde desaparecen los rayos del sol. Es una ilusión, es ese deseo que se esconde para convertirnos en pètalos antes de estrujarse contra el viento.

Yo quiero regalarte esta rosa creada por mis poemas, descubrir cuantos pasos necesito para llegar a la ciudad donde siempre me esperas sobre esa roca de fuego, donde siempre lanzas esos versos al tiempo como esperando su pronto regreso en viaje de caricias.

Yo quiero que llegue la noche para convertir mi sueño de verte desnuda en esa ilusión, protegiendo tu cuerpo con la sombra de mi rosa, caminar hasta tu abrazo, besar cada uno de tus instintos y sentir sobre mi sombra el color de cada aniversario y ver tu sonrisa de ingenuidad al preguntar sobre los aniversarios y tu cara de asombro al conocer que cada beso es un aniversario, que cada caricia es un motivo diferente para un nuevo encuentro, que cada pasión es esa huella que nos va indicando el camino hasta esa esquina donde una lámpara nos demuestra que somos parte de ese destino marcado por la eternidad y que un beso, un abrazo, una caricia son las llaves para entrar al altar donde depositaré esta rosa sensual y que nos guiará desde lejos en cada reencuentro.

Yo quiero que llegue la noche para abrazarte justo donde la rosa me anuncia tu pronta llegada entre besos, abrazos y caricias...