EL LARGO CAMINO HASTA TU NOMBRE

El largo camino hasta tu nombre es ese reflejo que se pierde desde la inmensidad hasta el horizonte donde se dibuja en las tardes tu silueta bañada por los rayos de ese sol malcriado que me recuerda el lejano Caribe, que me recuerda el primer beso que no ha sido descrito, que no ha sido tejido por los pájaros de colores que nos descubren la presencia del tiempo.

El largo camino hasta tu nombre se pierde en mis deseos de abrazarte, en mis deseos de tenerte frente a mi como una rosa sensual a la que puedo tomar y colocar justo en mi corazón, como ese espacio infinito al que llega el destino después de buscar a sus seguidores y les muestra que el amor ya no es esa ilusión que tantas veces se sueña, que tantas veces se pide a Dios y que cuando demora más de lo que deseas maldices por esa mala suerte y es que no entienden, no conocen al destino, es caprichoso, solo espera el tiempo justo para llegar a nosotros y regalarnos la felicidad.

El largo camino hasta tu nombre es tan sencillo y sensual recorrerlo que voy y vengo por sus calles con la sonrisa que se me dibuja en el rostro porque esa sonrisa solo aparece cuando uno de tus besos reaparece en una esquina del camino y me provoca con su baile sensual, me provoca a seguirte y nace mi sonrisa y no puedo evitar verte diferente en cada segundo, no puedo evitar tatuar las paredes con tu nombre y tampoco me importa escribir tu nombre sobre tu nombre porque ya no hay espacio libre en las paredes y no te molesta ver tu nombre tantas veces dibujado y sonries, me besas y caminas junto a mi en una conversación inolvidable...