SOBRE AQUELLAS PALABRAS

Es el corazón,
vivir en la huella de tu palabra,
sentir la poesía descubriéndome
apostando cada caricia
en el siguiente encuentro
sin temores, sin ese absurdo
retrato decorando el regreso

No somos la palabra
el verbo mal empleado
en la conversación ajena
somos el mito, la resurrección
de un recuerdo en la calle melancolía
la palabra, el escudo protector
que nos acerca al mito
pero somos el mito
no podemos acercarnos a nosotros
sin destruir el invernadero
sin destronar al sabio por sus palabras
sin eliminar el eco de las piedras
mejor escapamos
nunca una huida será bien recordada
más que aquellas épicas historias
sobre la destrucción del misterio
estaba presente la melancolía
otra vez regresa, otra vez se muestra
en su frágil vestimenta de nobleza
ya la calle tiene su nombre
nadie sabe que quiere ahora
cual será el tributo para olvidar
aquellas maldiciones
aquella palabra mal interpretada
que molesto a la ira,
que se suicido tras la muerte
de la muerte y no pudo detenerse
quiso la gloria, las medallas
su imagen en el recuerdo de todos
pero no, mejor borrar el pasado
nadie quiere una muerte sin morir
la posibilidad de encubrir los detalles
sumergirnos en esa pintura
para cambiar el eco
tomarlo desde su sonido
regresarlo a las piedras

Es el corazón,
no creemos en el hasta que nos abandona
hasta que por un detalle mal escrito
sentimos el aire alborotarse en el silencio
vemos la pintura, la marca sobre su centro
la entrada al sacrificio, a la vocación
mejor caminamos en este abrazo
y reinventamos la voz
será una nueva visión
un nuevo destino
la muerte seguirá su curso
nos dejara otro milenio de rosas
para escondernos de las maldiciones.

Un beso
el inicio de otra vida