Cuando encuentro tu voz en esa esquina de la ciudad mi ojos buscan tus caricias para adivinar el resplandor de ese beso que se aproxima, para sentir como a través de las caricias se abre la puerta a la ciudad maravillosa y no hay destino que pueda impedir que escriba tu nombre en cada pared que me encuentre.
Cuando camino en busca de tu voz siempre logro ver como el atardecer se deshace en brazos de la luna, como aquellas ventanas que hace mucho tiempo atrás se interponían a nuestro primer abrazo se cierran y quedan dibujadas en la amargura de un olvido irremediable.
Cuando me siento a esperar por la llegada de tu voz puedo imaginarme todo tu cuerpo, sus rincones más escondidos, sus delineadas curvas que me recuerdan la eternidad de un beso.
Cuando espero la llegada de tu beso en la caida de la noche comienzo a murmurar esas primeras palabras que componen este poema, este poema que escribire con el aroma de nuestros deseos, este poema que te impregnará la primera sonrisa de la noche.
Llegas a mi abrazo desde una caricia lejana, me hablas desde el tiempo para regalarme un abrazo, una caricia, para tomarme de la mano y caminar juntos por la playa, tan desierta como aquel rincón maravilloso donde siempre terminamos encendiendo la fogata del destino.
Te acuestas desde tu desnudez y comienzo a colocar las sílabas de este poema sobre tu cuerpo, siento tu estremecimiento en cada sonido, siento tu voz murmurar un te amo y la noche comienza a disiparse desde la lejanía mientras nos quedamos abrazados a la orilla del mar.
Cuando camino en busca de tu voz siempre logro ver como el atardecer se deshace en brazos de la luna, como aquellas ventanas que hace mucho tiempo atrás se interponían a nuestro primer abrazo se cierran y quedan dibujadas en la amargura de un olvido irremediable.
Cuando me siento a esperar por la llegada de tu voz puedo imaginarme todo tu cuerpo, sus rincones más escondidos, sus delineadas curvas que me recuerdan la eternidad de un beso.
Cuando espero la llegada de tu beso en la caida de la noche comienzo a murmurar esas primeras palabras que componen este poema, este poema que escribire con el aroma de nuestros deseos, este poema que te impregnará la primera sonrisa de la noche.
Llegas a mi abrazo desde una caricia lejana, me hablas desde el tiempo para regalarme un abrazo, una caricia, para tomarme de la mano y caminar juntos por la playa, tan desierta como aquel rincón maravilloso donde siempre terminamos encendiendo la fogata del destino.
Te acuestas desde tu desnudez y comienzo a colocar las sílabas de este poema sobre tu cuerpo, siento tu estremecimiento en cada sonido, siento tu voz murmurar un te amo y la noche comienza a disiparse desde la lejanía mientras nos quedamos abrazados a la orilla del mar.
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4 comentarios:
"... abrazados a la orilla del mar." Que lindo pintas con tus palabras Julio!
...colocar este poema sobre tu cuerpo...
Me encanta esa imagen.
Bueno decirte que me encanta tus escritos, y a partir de ahora te seguiré, espero que haga lo mismo con el mio. Encantada
Tenemos que hacer algo por nuestros presos. Un movimiento mundial de todos los cubanos del exilio para exigir la liberación incondicional de todos nuestros prisioneros de conciencia.
¡Basta de pasividad!
Escojamos un día al mes en el que TODOS enviemos correos electrónicos a los gobiernos, instituciones, organizaciones de todo el mundo exigiendo la libertad de todos los presos políticos cubanos.
Mostremos la fuerza que tenemos, fuerza que nos da la razón y el derecho de luchar y de manifestarnos por la libertad de nuestra patria.
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