HAY DÍAS TAN LEJANOS

Ahora mientras la mañana se disuelve entre las dudas de su aliento me salgo a caminar desnudo hasta mi inocencia, quiero caminar mientras escribo en mi memoria todos los detalles de cada ausencia tuya, todos los nombres que le he dado a tus pasos, tus escapadas antes de que el sol resucite de sus acostumbradas muertes vespertinas, quiero escribir en esas paredes que me rodean todos los pecados que soñamos entre besos y caricias, todas las ilusiones que impregnas sobre mi cuerpo con tus caricias, todas las rosas blancas que he colocado en tu corazón, todas las rosas rojas que has ofrendado a mi pasión.

Hoy quiero caminar hasta tu cuerpo, comprender por qué estamos tan lejanos uno del otro, por qué solo vienes a mis brazos en las noches, por qué abres cada poema mío y lloras de felicidad, por qué no vienes y te quedas habitando en mi alma.

Salgo a caminar por esas calles que me conducen justo a la playa donde siempre estás sentada, la playa que me lleva en mis recuerdos hasta tu cuerpo, la playa donde siempre termino sentado en la arena dibujando tu nombre miles de veces y regalándoselo al mar que una y otra vez se lo lleva a la eternidad.

Son tan oscuros los días sin tus abrazos, son tan largos y grises, son ese espacio de tiempo donde quiero correr hasta tu voz, mostrarte mi corazón y gritarte desesperado que te amo, que no puedo estar tan lejos de tu alma, que necesito de tus besos y no sé por qué siguen corriendo los días y te sigues refugiando en las noches.

Regreso a la casa, allí me acostaré sobre las horas que faltan para tu llegada, allí esperaré dormido a que me despiertes desde un beso y me regales una rosa roja en mis labios y yo te sorprenderé desde la noche con esa flor blanca en tu alma y ambos sonreiremos y estos días tristes se dejarán en el olvido, estos días donde no estás no existirán, estos días simplemente los estrujare en mi memoria para darle paso a tus besos.